La poesía es en ocasiones un acto de resistencia. Esto ocurre en
Afganistán, donde las mujeres están sometidas a un código machista que
imposibilita su vida digna. Frente a la dominación de los talibanes, algunas
han recuperado la tradición oral pastún y componen poemas destinados al canto.
Son los landays, composiciones
orales de dos versos que giran en torno a dos temas: el amor y la lucha. A
pesar de que el amor les está prohibido, las mujeres cantan al amor furtivo,
conscientes de que corren el riesgo de ser lapidadas por ello, ya que el marido
es con frecuencia un viejo o un niño al que llaman “el pequeño horrible”.
Los grupos de 4ºA y 4ºE dedicaron parte de sus Jornadas Culturales
a los landays. Tras conocer la
situación de las mujeres de Afaganistán y el código
al que están sometidas por los talibanes, denunciado por la RAWA, leyeron
algunos de estos poemas y aprovecharon después para crear otros nuevos desde su
propia situación, haciendo de la poesía un instrumento de resistencia frente al
machismo que aún hoy nos impide ser libres.
Me parece una actividad extraordinaria.
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